El origen de las especies uruguayo




Tras 20 años elaborando una nueva teoría de la evolución, el biólogo Gustavo Bardier presentó esta semana su explicación basada en la coexistencia pacífica


Hace 152 años, el naturalista británico Charles Darwin revolucionó la biología (junto con la sociedad y la religión) con su libro El origen de las especies. Desde entonces, los avances en la ciencia han encontrado inconsistencias en la teoría de la selección natural y muchos han planteado explicaciones alternativas. El biólogo uruguayo Gustavo Bardier presentó esta semana una nueva forma de entender la evolución.
Su llamada teoría evolutiva de la coexistencia pacífica, desarrollada sobre todo para los animales, se centra en el concepto de neoaptitud: “Es el estado biológico de los individuos que están en edad reproductiva y que son saludables física y mentalmente”, explicó Bardier, de 44 años. Para la evolución es importante que en todas las generaciones existan estos adultos saludables porque, en definitiva, son los que permiten la supervivencia del grupo.
Es así que, a diferencia del neodarwinismo, el éxito colectivo y no el individual pasa a ser primordial en el sistema evolutivo. Ya no cabría lugar, entonces, para la competición y agresión entre animales, condiciones necesarias en la selección natural.
“La agresión eliminaría individuos del conjunto y la evolución siempre va a tender a que el tamaño de individuos neoaptos sea lo más exitoso posible”, explicó Bardier.
Cuando un pájaro despliega sus plumas o un mamífero eriza su pelo y muestra los dientes, “no se observa comportamiento realmente agresivo. Son conductas agonísticas (de lucha y sumisión) con posturas ritualizadas e inofensivas. Cuando termina el conflicto, nadie sale herido, salvo raras excepciones. La regla es que se solucione sin que ninguno muera o termine con una herida que le disminuya su expectativa de vida”, agregó.
Por lo tanto, el que conseguirá reproducirse no será el que mejor pelee por su territorio o por la hembra, ni tampoco el más adaptado. Será aquel que demuestre ser un adulto saludable.
Para saber quién es neoapto y quién no, se establecen pruebas físicas, de fuerza o de resistencia. Bardier detalló: “Un ejemplo de prueba física es la cola del faisán, que es muy colorida, brillosa y grande. Si el faisán está enfermo, se nota en su cola, la hembra lo identifica y no lo acepta para la reproducción”.

Los picos

Las variaciones en la forma de los picos de los pájaros pinzones en las islas Galápagos son el ejemplo clásico para explicar la forma en que opera la selección natural.
“En relación con la variación poblacional, la teoría de Darwin dice que generación tras generación van siendo elegidas apenas las características más aptas (al ambiente). Entonces, ¿qué se espera encontrar en la naturaleza? Pocas variaciones muy adaptadas”, resumió el biólogo y magíster.
Sin embargo, continuó Bardier, “cuando los biólogos empezaron a estudiar las poblaciones naturales, se encontraron con que había una enorme variabilidad que abarcaba no solo las características más adaptadas, sino también las poco adaptadas y las neutras”.
En la teoría de la coexistencia pacífica no importa qué característica se modifique ni cómo. La única condición para que se fije en la población es que no afecte de forma negativa a los individuos neoaptos.
“El adulto saludable accede a la reproducción y transmite esa nueva característica que puede ser neutra, muy adaptativa o poco adaptativa, puede ser aprendida o genética, o puede evolucionar por las teorías de selección natural, neutralismo, neolamarckismo, etcétera”, dijo Bardier.

Abarcativa y conciliadora

La teoría de la coexistencia pacífica no es enteramente novedosa, sino que retoma el neodarwinismo y las críticas aceptadas por la academia en un solo sistema evolutivo.
De hecho, la idea de esta nueva teoría empezó a crecer en Bardier hace 20 años, leyendo trabajos que presentaban objeciones a los supuestos de Darwin. “Esos textos me empezaron a generar dudas sobre la teoría de la evolución que la Facultad (de Ciencias de la Universidad de la República) nos enseñaba como indiscutible”, contó.
Ejemplo de dichas críticas es la postura del biólogo español contemporáneo Juan Luis Doménech: “A pesar del éxito abrumador de la teoría de la selección natural, nunca ha logrado imponerse por completo y de una forma clara. Crecen los partidarios de la idea de que la teoría sintética de la evolución está incompleta y que solo constituye una parte de la historia evolutiva”.
Por su parte, el también contemporáneo Pablo Nogueira, profesor emérito de la Universidad Estatal Paulista, escribió: “Observaciones hechas en nuevas áreas de la investigación, como la genómica o la epigenética, no encuentran paralelismo en el pensamiento de Darwin. Y hay quien propone que tal vez sea necesaria una nueva revolución conceptual en la biología”.
Durante 17 años, Bardier trabajó en Brasil y volvió al país hace tres meses, con los conceptos de la teoría de coexistencia pacífica elaborados y el modelo experimental para intentar probarlo pronto dentro del laboratorio. Además, en breve publicará un libro con sus ideas. Y quién sabe, quizá el próximo Darwin sea uruguayo.

El origen de las especies uruguayo

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